jueves, 24 de mayo de 2007

Iswe Letu: El Almendro de la Nostalgia


Mi nostalgia es algo tristemente incierto: es un espacio enemigo desértico y un concierto de recuerdos.


Aunque son graznidos de cuervos los que se oyen, allá: en el fondo del paisaje de mis sueños matinales.


Pero desde aquí, desde este exilio, mi mirada está en los arenales del sendero de unas tarde calurosas.


Y en las hondas raíces de los luminosos almendros plantados en las laderas de los oteros nevados del invierno.


Colocamos, en el altar de la memoria, a nuestra tierra; y luego, como un deseo de lucha luminoso, en vanguardia primaveral, a los almendros.


Y un deseo: azar de halcones sorprendidos, asesinando cuervos, en un almendral aún deshojado y frío.


Por tanto... se nos adivina, parapetados en la colina, defendiendo la blancura revolucionaria del almendro.

lunes, 21 de mayo de 2007

Murió en Fuenterrabia Eva Forest

No hubo para ella lucha que fuera ajena o lejana. Fue encarcelada junto a su hija Eva, recién nacida, por su solidaridad activa con los mineros huelguistas de Asturias. Crea en Madrid en 1967 un Comité de Apoyo a Vietnam.

En 1968, durante el primer estado de excepción franquista, desarrolla una intensa labor informativa contra la represión, editando regularmente el boletín de noticias "Información" y otro que llegó a ser célebre, "Estado de Excepción".

Y dos años después, al calor de la ola de solidaridad con las luchas del pueblo vasco y coincidiendo con el Proceso de Burgos, crea en Madrid el Comité de Solidaridad con Euskadi.

La bestia fascista no podía tolerar tanta valentía, y aprovechando la provocación de la bomba en la cafetería de la calle Correo en la Puerta del Sol (atribuida por la policía franquista a "un comando ETA con apoyo comunista" ) es encarcelada durante tres años, recibiendo del partido en el que había militado únicamente rechazo y desprecio.

El juicio nunca llegó a celebrarse, y sólo salió de la cárcel un día antes de las elecciones del 15 de Junio de 1977. Fue de aquellos presos políticos que la monarquía franquista mantenía como rehenes, pero cuya permanencia en la cárcel hubiera arruinado la imagen reformista ante los observadores extranjeros.

Ya en libertad empieza una minuciosa labor de investigación de testimonios y denuncia de la tortura omnipresente bajo el régimen juancarlista. Crea un grupo internacional de investigación, y edita numerosos trabajos cortos en revistas sobre denuncias, hechos verificados y técnicas de tortura empleadas por la policía y la guardia civil en sus centros de detención, sacando a la luz un siniestro panorama que nadie pudo negar, a pesar de que ni por conductos parlamentarios ni por otros canales oficiales se denunciaran.

A partir de 1977 ella y su marido, Alfonso Sastre, se ven obligados a dejar su querido Madrid y trasladarse a Hondarribia, una especie de exilio interior, precio pagado por su entereza política y su coherencia, ante una situación política que se iba enrareciendo progresivamente a base de consenso y retrocesos.

Durante todos los años siguientes se dedica a labores culturales y de solidaridad internacionalista, a la colaboración con organizaciones de derechos humanos, y especialmente al trabajo en la Editorial Hiru, creada en 1990.

domingo, 13 de mayo de 2007

Canto pigmeo



Se suele despreciar en el Occidente que vivimos a los africanos; y dentro de los africanos los pigmeos son aún más despreciados al considerárseles casi como subhombres.

Bien, un ejemplo de esos 'subhombres' podría ser este canto:


El animal nace, pasa, muere
y es el gran frío.

Es el gran frío de la noche, lo oscuro.

El ave pasa, vuela, muere
y es el gran frío.

El gran frío de la noche, lo oscuro.

El hombre nace, come y duerme. Él pasa
y es el gran frío.

El gran frío de la noche, lo socuro.


Canto pigmeo

Para una Literatura Contra el Racismo:

viernes, 11 de mayo de 2007

José Bergamín / Jon Arzallus



No se tienen esperanzas

si no se tienen recuerdos.

El olvido es la frontera

de la muerte y del infierno.

...



¡Clarín que rompe el albor

no pudo sonar peor!


(Ez da itxaropenik

gomutarik ezean.

Infernua eta heriotza daude

ahaztearen atzean.

...



Turut alba urratzeko

ezin jo okerrago!)


José Bergamín

(Lo vuelca al euskera Jon Arzallus)

jueves, 10 de mayo de 2007

Lidia Jorge: Que bueno es el llanto (*)


Que bueno es el llanto, las lágrimas del llanto tienen una fuerza motriz que no tiene ningún río; arrancan, se llevan, conducen los sedimentos, los depositan en los lugares exactos, los colocan en las orillas de la conciencia, en los sumideros de la memoria, crean vallas, conducen el caudal hacia los sitios que las lágrimas quieren, que las lágrimas saben.


Lidia Jorge

(La Costa de los Murmullos)

(*) A la cita le hemos puesto un título

lunes, 7 de mayo de 2007

Iswe Letu: Los Cuentos Sobre Ti

los cuentos sobre tí

Los cuentos, sobre tí, son tantos, como la suma de las hojas: que si tu casa estaba, con varas de bronce, construida..., que si su vacío propició el cariño hacia las mujeres perversas..., que si se alzó tu corazón en vuelo bajo los árboles del bosque..., que si aderezó la comida insípida el dios ardiente de tú pecho..., que si, ensoberbecido, te levantaste una mañana, a coger naranjas del jardín, en pleno invierno, cuando más arreciaban el cierzo, la nieve, el viento...


Y... ¡qué sé yo!...que si, al no encontrar ninguna, luego, blandiste enfurecido, como una divinidad majestuosa, -alguien llegó a compararte como Zeus-, mil iracundos relámpagos y a tierra derribaste, los mil naranjos de la vanidad... Y... ¡qué sé yo!... ¡qué sé yo, cuantas cosas más de ti se dicen!...

De tí, precisamente de tí, que aún recuerdas como entraba el viento helado por entre las madera mal enlazadas de tu choza... De tí, precisamente de tí, que aún recuerdas la triste soledad de aquella cama... De tí hablan, amigo, precisamente de tí, que, apocado y cobarde, no supiste elevarte cuando invadieron, los Ángeles Armados, color de la canela, el hogar de los Ancestros...

De tí hablan, precisamente de tí, que, cuando se alzó el canto agreste de la Libertad, te escondiste en lo más profundo del tronco de aquel árbol podrido... Tú eres el sujeto de estas habladurías. Tú que te arrimabas, arrebujado, al fuego de la lumbre, cuando más había que salir a combatir el cierzo, la helada, la nieve, el viento... ¡Qué de bobadas dicen!... Para qué seguir más: no vale la pena. Dejémonos de cuentos: tu y yo sabemos que fue cobardía, y no otra cosa, la que te empujó al convento.

domingo, 6 de mayo de 2007

Iswe Letu: Sombra suave

Sombra suave

Entonaban las hazañas los griots, desde unos caballos polvorientos, confusos alazanes, desbocados en la ciega relación de una historia calcinada:

--No hay sombra tan suave, para quien anda con valentía luchando al sol, como la tumba de los padres cuyos hijos tuvieron el valor y el coraje de vivir honradamente... Pero más suave debe ser la sombra de la tumba de nuestros antepasados Los Ancestros...

--Mas, ¡ay!, si yo le contara al Árbol y al Árbol-Padre, lo que ha sido de sus hijos..., se quedarían tiritando y sin hojas; y si se lo contara a la Roca..., ¡bueno bueno!... se conmoverían hasta sus pilares. Todos, en suma, se morderían, como quien dice, los labios, para ahuyentar la mosca; pero... inútilmente, porque... y esto creo que también se dice por ahí... nadie escalda a nadie, lanzándole agua tibia.

--Podemos entonces concluir sin miedo a equivocarnos: No hay sombra tan suave, para quien anda valerosamente luchando al sol, como la tumba de los padres cuyos hijos han tenido el valor y el coraje de vivir con honra toda su vida... Y todavía más suave debe ser la de nuestros antepasados Los Ancestros, cuyo pueblo tuvo el valor y el coraje de vivir toda su historia sin bajar la cerviz...

Seguían tarareando las hazañas los griots, desde unos caballos polvorientos, confusos alazanes, desbocados en la ciega relación de una historia detenida. El tambor, que regalaba simientes airosas a los espantados pájaros que emigraban hacia otras regiones mas amables, se negó a seguir la melopea, desgarrando su vientre secular.

¡Oh suicidio definitivo de los recuerdos del Bosque de los Vivos y de los Muertos!: guardad en el ánfora sagrada el miedo creador que levantará del polvo los anhelos. Han huido, espantados también, todos los tesoros que guardaban celosamente los caimanes. Asesinados. Símbolos de los hombres valientes. Y ya en las almacabras brillan dientes carcomidos.

¡Oh, Sol - Ozono!,véngate fundiéndoles a los carniceros los bloques de hielo de sus enormes frigoríficos. ¡Oh, Sol - Ozono!, arruina lentamente secando con tus rayos la tersa piel de esos mismos carniceros.

El tam-tam, ahora que ya es mudo testigo, se ríe, internamente triste, por el avance inexorable del siroco... Seguían tarareando las hazañas los griots, desde unos caballos de polvo, confusos alazanes, desbocados en la ciega relación de una historia calcinada y detenida. Y espantaban las moscas de cuando en cuando con las manos.