miércoles, 25 de abril de 2007

Iswe Letu: Caen envidiosas


HAI KAIS
Por aquí y por allá
se oye el murmullo de las cascadas
y las hojas caen.

Matsuo Basho

Caen

envidiosas,
las hojas.
Aventuran,
sin ninguna
obligación,
su eternidad
fluyendo


como el agua
que feroz
las maltrata.
Se dejan llevar
por el movimiento
que las embriaga,
y las aturde,
y las marea,
hasta quedar
derrotadas
por la brutalidad
de la caída.
Después,
en primavera,
cuando el alba
es más hermosa
y amiga de los pobres
renacerán
en las alturas
para besar al viento
que las odia


cordialmente.

lunes, 23 de abril de 2007

Iswe Letu: Mierda Opulenta








Mierda
opulenta;
nimiedad
alambicada y
resurrecta.
¡Que
unte
indicativo!
Arrasará el porvenir...





¡si puede!.

viernes, 20 de abril de 2007

Rosalía de Castro: Cantares Gallegos


II.


Allá por la mañanita

subo encima de los oteros,

ligerísima, ligerísima

como una cabra ligera,

para oír de las campanitas

la badajada primera.


La primera de la alborada,

que me traen los airecillos

por verme más consolada.


Rosalía de Castro



viernes, 13 de abril de 2007

José Mª Amigo Zamorano: EDITORIAL

Caminar Conociendo, número 7
por José María Amigo Zamorano



Hemos llegado al número 7 de la revista 'Caminar Conociendo' y, para nosotros, es un acto casi heroico.

El 7, como todos los números, es una cifra redonda que puede nacer desde el cero o puede morir y... entonces puede ser más redonda aún.

El 7 tiene la particularidad de que mira para atrás y ve lo conseguido; de hecho es cifra que ha girado la cabeza para contemplar el camino andado. No hay mas que verla.

La revista ha estado muriendo y renaciendo de sus cenizas, como el Ave Fénix, todos los años. Algunos le dieron de vida dos a tres números, como mucho; pero ha doblado esa cifra llegando al 7 que, como hemos dicho, es un número redondo... como todos.

En torno a la revista se han llevado a cabo actividades importantes, sin apenas ayuda institucional, -a excepción del Ayuntamiento de Las Navas del Marqués, unido al apoyo de un puñado de empresas- como el homenaje a Vicente Aleixandre, con motivo del décimo aniversario de su muerte y 50 de la publicación de su obra, 'Sombra del Paraíso', que contó con la colaboración de importantes escritores; y, siguiendo por ese camino, hemos comenzado homenajes a escritores vivos -el pasado año al poeta Jacinto Herrero Esteban y este año a José Jiménez Lozano- que han tenido un eco notable en prensa, radio y televisión.

Esto de hacerlo a los vivos nos pareció justo; he dicho a los vivos, aunque, la verdad, no habíamos calibrado qué injustos olvidos, en vida, podían haberse cometido; hasta que, José Jiménez Lozano, en el homenaje a Jacinto Herrero Esteban, el año pasado, recordó a José Luis Aranguren con éstas o parecidas palabras: 'amigo Jacinto, tú ya tienes un homenaje, Aranguren se murió deseando que se lo hicieran en Ávila y no lo consiguió'.

Luego, al año siguiente, las autoridades abulenses, -no sabemos si acicateadas por estas palabras- se volcaron con Aranguren. Pero, desgraciadamente, él no estaba presente.

Este año del 7, que casi es el 8, como diría un chusco, hemos recibido carta, elogiando la revista, del director de la biblioteca Casa de las Américas, en La Habana, ¡casi na!, poniendo su biblioteca, una de las mejores de América, si no la mejor, a nuestro servicio; y este año del 7, el President de la Generalitat, Jordi Pujol, tan alejado de estos lares, se ha enterado de lo que hacemos y nos ha escrito.

Por el contrario, para los de la cultura de aquí parece que no merecemos ni 'el varazo de tente al que molesta', aunque por otra parte...

Ya sabíamos de las universidades de EE. UU., más distantes aún que La Habana, que recogían en sus fondos nuestra publicación, o que la revista Foro de México nos citaba, así como el Boletín de la Asociación Colegial de Escritores de España, el ABC, Perfiles de la ONCE, Raíces, Diari de Tarragona, Zurgai de Bilbao y...Ya conocíamos los elogios que nos han dedicado escritores como Elena Soriano, Pedro Collado, Miguel Delibes, Leopoldo de Luis...

Pero, que de manera espontánea, desde tan lejos, nos elogie la Casa de las Américas, nos ha sorprendido agradablemente y más teniendo en cuenta que se la deben de haber enviado amigos desconocidos.

Pero estos de aquí con cultivar sus emolumentos les basta.

De modo que de tanto olvido, desprecio e ignorancia, morir y revivir, nos vamos redondeando y fortaleciendo, y a pesar de dignatarios, y a pesar de olvidos, desprecios e ignorancias, 'seguimos haciendo patria reconquistando el trigo de los indios', como dijo el poeta chileno.

José María Amigo Zamorano, director de la revista.


TOMADO DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO',
EN LA PÁGINA 3, DEL NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

Caminar Conociendo, Nº 7: STAF

Dirección y Coordinación:
José Mª Amigo Zamorano
Equipo de Redacción y Maquetación:
José Mª Amigo Zamorano
Carlos Segovia Esteban
Fco. Manuel Segovia Peña
Ilustraciones:
Akhras
Bonifacio Alfonso
Alvin Brunovsky
Canogar
Mariano Alonso
Guinovart
Freixanes
Manuel Calvo
Mariano Lozano
Ludovit Fulla
Úrsula Martín
Mari Paz Menéndez
Eduardo Palacios
José Luis Zumeta
Portada:
M. Calvo
Contraportada:
Úrsula Martín sobre cuadro de M. Calvo
Patrocinan y colaboran con este número:
Excelentísimo Ayuntamiento de Las Navas del Marqués
Audio Bar Mordor
Cafetería Europa
Colegio Público Vicente Aleixandre
Comisiones Obreras (CC.OO)
D. Rafael J. Peña Manjón (farmacéutico)
Librería Azañedo
Librería Martín
Librería Ópalo (Ávila)
Obhisa, Obras Hidráulicas
Relojería Larper
Sastrería-Camisería José María Martín
Senén Librería (Ávila)
Ultramarinos Adrián Blanco
Distribución:
1.500 ejemplares
Edita:
Junta de la Biblioteca: Calle Francisco Segovia, 3
Telf: 91-897 13 36
Fax: 91-897 21 20
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Imprime:
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La Junta de la Biblioteca, entidad editora de la revista, no se hace responsable de las opiniones vertidas en los artículos, respeta la Libertad de Opinión y Expresión, contempladas en la Constitución, sin más consideraciones.
TOMADO DE LA PÁGINA 3 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DEL AÑO 1998

Caminar Conociendo, Nº 7: Colaboradores


Aganzo, Carlos: Director del 'Diario de Ávila'; Baltanás, Enrique: crítico sevillano; Ballester, César: periodista madrileño, poeta; Blanco Chivite, Manuel: periodista, escritor, Director de la Editorial VOSA; Blázquez, Ana Agustín: periodista abulense, poetisa; Calvo, Manuel: artista plástico; Camacho Molina, Tomás: profesor y poeta; Castelo, Santiago: periodista y poeta, Subdirector de ABC; Comendador, Luis Felipe: diseñador y poeta; Cuenca, Luis Alberto de: poeta, Director de la Biblioteca Nacional; del Burlo, Álvarez: diletante, maestro de primaria; Díez-Toboada, Paz: poetisa, profesora de Literatura; Elijas, Juan Carlos: poeta, maestro de primaria; Escolar Sobrino, Hipólito: biblioteconomista, escritor, ex-Director de la Biblioteca Nacional; Escudero Ríos, Antonio José: investigador, hebraista; Escudero Ríos, Isabel: poetisa, profesora de la UNED; García Arés, Luis: economista y poeta; García Calvo, Agustín: escritor, catedrático emérito de la Universidad Complutense; García, Gloria: poetisa; Garzón Serfaty, Moises: Director de la revista venezolana 'Mague-Escudo'; Gini de Barnatán, Matilde: poetisa, periodista de Radio Nacional de España (Madrid); González Soto, Juan: escritor, licenciado en literatura; González Torices, José: escritor, Director de la Editorial Castilla (Valladolid); González, David: poeta, Director de la colección 'Zigurat' del Ateneo Obrero de Gijón; Gottopo, Margiatta: poetisa venezolana; poeta, maestro de primaria; Herrero Esteban, Jacinto: sacerdote, poeta y profesor de Literatura; Iguerabide, Juan Cruz: escritor, profesor de la Universidad del País Vasco; Iribarren, Karmelo: poeta guipuzcoano; Juaristi Galdós, Felipe: poeta, periodista de EL MUNDO y DIARIO VASCO; Juaristi, Jon: profesor de la Universidad del País Vasco; Martín Cea, José Luis: poeta vallisoletano; Martín de Mena, Manuel: bodeguero, bardo popular zamorano; Martín, Úrsula: estudiante de Bellas Artes; Mateo Díez, Luis: novelista, licenciado en Derecho; Mayrata, Ramón: escritor, novelista y poeta; Menéndez, Mari Paz, ama de casa, pintora; Montobbio, Santiago: escritor y poeta (colaborador de 'El Norte de Castilla'); Morante, José Luis: poeta, crítico literario de 'El Correo de Andalucía'; Muñoz Quirós, José María: poeta, profesor de literatura; Palacios, Eduardo: estudiante de Bellas artes; Parra, Meñi: profesora; Pérez Martín Ovidio: poeta, maestro de primaria; Pulido Navas, José: Periodista, Director de Radio Nacional de España en Ávila; Segovia, Carlos: licenciado en Derecho, del Consejo de Redacción de 'Caminar Conociendo'; Segovia, Manuel: licenciado en Economía, del Consejo de Redacción de 'Caminar Conociendo'; Sobeyri, Najmed: periodista persa; Tomé, Pedro: profesor de la Universidad de Salamanca; Velázquez, Juan Carlos: poeta abulense; Zahaf, Nadia: traductora argelina, especialista en Lengua Francesa.


DE LA PÁGINA 4 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

jueves, 12 de abril de 2007

José Luis Morante: 'Vigencia de la poesía social'

David González


Vigencia de la poesía social

de José Luis Morante


La guerra civil de 1936 supuso una terrible ruptura en el devenir cultural de la época, pese a la aparente sensación de normalidad de la propaganda política que animó la vida intelectual en uno y otro bando multiplicando revistas, congresos y alianzas más o menos panfletarias.
La poesía se convierte en un instrumento de agitación y en un estandarte ideológico. Durante el conflicto bélico mueren Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Federico García Lorca y en 1942 fallece en el Reformatorio de Adultos de Alicante Miguel Hernández, tras una larga temporada en la cárcel. Otros poetas parten hacia el exilio: Rafael Albert, Altolaguirre, Luis Cernuda, Domenchina, León Felipe, Jorge Guillén, Juan Ramón Jiménez o Moreno Villa. Dos grandes poetas, Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso, permanecen dentro del país, aunque recluidos en un significativo aislamiento. Desmembrada la generación del 27, comienza una auténtica autarquía creativa.
La poesía de la primera generación de posguerra nace marcada por el centenario de Garcilaso y por una realidad desquiciada que abonó el escapismo, la tendencia formalista y la lírica de contenido religioso. Hubo sin embargo una reacción de sentido contrario que desembocó en el tremendismo y en un pesimismo irrefutable que no ha superado la dramática experiencia del 36.
En la década de los 40 la revista leonesa ‘Espadaña’, fundada en 1944 por los poetas Victoriano Crémer y Eugenio de Nora, y el libro de Dámaso Alonso ‘Hijos de la ira’ –junto a la mirada estética de los surrealistas franceses Paul Eluard y René Char- preludian la poesía social. Es el comienzo de la escritura como compromiso en la que se revaloriza en sentido ético sobre otras preocupaciones. Lo percibimos en los libros de Gabriel Celaya, Blas de Otero, José Hierro, Eugenio de Nora y Victoriano Crémer. Esta poesía del desarraigo –así la bautizó el poeta y crítico Dámaso Alonso- de gran tensión dramática, en laza con otras tendencias europeas como el realismo socialista y el arte contemporáneo comprometido y reacciona contra el inocuo garcilasismo de los vencedores que se anquilosaron en un neopurismo de filiación neoclásica, tradicionalista, retórico y patriotero. José García Nieto había fundado en 1943 la revista ‘Garcilaso’ para encauzar en la tradición clásica los productos de la Juventud Creadora.
Su perspectiva ética enlaza con las últimas obras de Dionisio Ridruejo, Luis Rosales o Germán Bleiberg y da pie a una copiosa fabricación de sontos herrerianos de indiscutible perfección, pero ciegos ante el ambiente cercano y ahítos de banalidad imperialista. Estamos ante literatura de evasión, permisiva, reaccionaria y conformista. El académico García Nieto ha llegado a escribir: ‘en poesía toda acaba o empieza siendo forma’.
En el ideario de la poesía social (o civil) el nosotros sustituye al yo, la solidaridad pasa a ser el principio vertebrador. Frente a la inmensa minoría de Juan Ramón Jiménez, Blas de Otero dirige sus libros a la inmensa mayoría y llena sus poemas de apelaciones al lector exigiéndole una respuesta. En el ideario de poesía de compromiso se recogen muchas de las aseveraciones poéticas más dogmáticas de Gabriel Celaya, su más celebrado representante: ‘La poesía es un arma cargada de futuro’, ‘la poesía no es neutral’ o ‘la poesía no es un fin en si misma es un instrumento, entre otros, para transformar el mundo’. Al subjetivismo se antepone el destino del hombre colectivo y ése es el propósito de muchos de los poetas antologazos en 1952 por Francisco Brines en su ‘Antología consultada de la poesía española’.
En los años siguientes, autores de la llamada ‘Generación del Medio Siglo’ como José Agustín Goytisolo, Ángel González o José Manuel Caballero Bonald asumen el papel del poeta testimonial porque conciben su escritura como fruto de un tiempo y moldeada por las circunstancias del entorno.
El cansancio del exceso y la proliferación de epígonos convirtieron en clichés los mejores logros de la poesía social. Es innegable que a partir de 1960 entra en crisis, a pesar de la antología de poetas sociales elaborada por Leopoldo de Luis, titulada ‘Poesía Social española Contemporánea’ (Madrid, 1965). Esto es percibido incluso por los mismos poetas sociales en los que se acentúa el nihilismo, la desesperanza, la incómoda situación de exiliados perpetuos y un clamoroso alejamiento de los movimientos de oposición y de los partidos políticos que operaban en la clandestinidad. La poesía civil rebaja los contenidos ideológicos y el vitalismo existencial y cada vez más acentúa la experimentación formalista. El humanismo se repliega ante el culturalismo y se impone la estética culturalista.
Todos los novísimos antologazos por Castellet reaccionan con gran dureza contra los planteamientos estéticos de la poesía social y rechazan de plano su condición testimonial. Incluso Manuel Vázquez Montalbán, que mantiene vivo el compromiso revolucionario del escritor, argumenta que ‘es imposible pedir explicaciones ideológicas a un artista’ y descree de la capacidad de la poesía para conformar una conciencia pública; la poesía, según él, no pasa de ser un modesto tirachinas cuyos efectos no van más allá de unas cuantas lunas rotas. El análisis crítico que en varias de sus poéticas realiza Antonio Martínez Carrión es mucho más benevolente. El poeta rechaza solamente la poesía social contaminada de significado, la que ha propiciado un desequilibrio entre contenido y lenguaje y se construye para airear consignas desde el plagio, la autosuficiencia o la reiteración. Félix de Azúa, por su parte, considera irrelevante la influencia de la ideología del autor en la calidad de la obra: la biografía personal del poeta no está implícita en su obra.
Tras la muerte de Franco, en 1975, se produce la transición hacia la democracia y la aprobación por referéndum del texto constitucional que vertebraba la España de las autonomías. Los cambios políticos se efectuaron en un clima de consenso y normalidad y coinciden en el tiempo con la ruptura casi definitiva del movimiento novísimo y con el despertar de nuevas promociones poéticas. Además continuaron activos poetas de generaciones anteriores como Hierro, Brines, Valente, o Goytisolo y hallamos en plena producción a otros poetas de la generación del lenguaje no adscritos al venecianismo como Juan Luis Panero, Fernando Ortiz, Abelardo Linares, Miguel d’Ors o Javier Salvago.
Una excepción a la postura general de rechazo hacia la poesía social manifestada por los poetas de los setenta es la antología ‘Teoría y Poemas’. Selecciona a los poetas del grupo ‘Claraboya’ –Agustín Delgado, Luis Mateo Díez, José Antonio Llamas o Ángel Fierro- cuyas escrituras realistas están impregnadas de una preocupación didáctica y social de fundamentación marxista. La diversificación de propuestas poéticas surgidas a principios de los ochenta –neosurrealismo, de Blanca Andreu, la poesía del silencio de Amparo Amorós, la épica intimista de Martínez Mesanza, el neoclasicismo de Francisco Castaño, la poesía intimista y neorromántica de Almudena Guzmán…- dificultan el rastreo de la poesía social y su pervivencia en autores y grupos. Aún así hallamos un claro sentimiento solidario en los poetas del grupo granadino de la otra sentimentalidad –luego englobada en la llamada ‘poesía de la experiencia’ que nos han reivindicado su condición de abajofirmantes en revistas, manifiestos y antologías como ‘1917 versos’, homenaje y celebración de la revolución comunista. También podríamos considerar social o neosocial alguna parte de la mirada poética de Jon Juaristi que desde una tradición escasamente transitada que incluye andenes como Gabriel Aresti, Miguel de unamuno o Blas de Otero; Juaristi bajo un formato clásico se sirve de sus poemas para denunciar el victimismo que sostiene el sentimiento nacionalista y los fantasmas más furibundos e irracionales del mundo batasuno. A mediados de los ochenta la poética realista se convierte en el canon estético dominante y los contenidos civiles son frecuentes en poetas figurativos como Álvaro Salvador o Benjamín Prado y luego en poetas más jóvenes como Juan Bonilla, Juan José Téllez o Pedro Sevilla.
Uno de los rasgos más originales de los años noventa ha sido la eclosión de poéticas radicales, escritas desde el filo de lo social y exacerbando la crítica al sistema. Son poéticas emparentadas con el modo de hacer de autores americanos como Charles Bukowski o Allen Ginsberg. En los contenidos de denuncia ocupan un lugar preponderante la libertad individual frente a la norma y la transgresión. Autores como Roger Wolfe, Karmelo Iribarren, Antonio Orihuela o David González asumen perspectivas de individuos lastrados por el sistema y aportan un grito de denuncia y desgarro que se percibe también en lo peculiar de su expresión: el despojamiento de los artificios retóricos y el prosaísmo postulan un lenguaje que busca sobre todo trasmitir. Muchas de estas poéticas de la radicalidad y la marginalidad han sido estudiadas por Isla Correyero, poeta que también ha asumido el mirador de la heterodoxia en alguno de sus libros, como ‘Crímenes’.
Pero el sentimiento solidario más extremo también está representado por autores concretos: hay poemas de Fernando Beltrán que recogen situaciones de este final de siglo: movimientos migratorios, las depuraciones étnicas y los exilios forzosos, los atentados a las minorías, la distribución de la riqueza… y tal vez el nombre más paradigmático de la poesía social actual sea el de Jorge Riechmann: libros como ‘Baila con extranjero’ o ‘El día que dejé de leer el PAÍS’ han convertido en materia poética la actualidad y los sucesos cotidianos y suponen de facto un rechazo total de cualquier actitud parnasiana en la escritura. En la poesía de Riechmann lo incumplido es el horizonte de la acción –en esto nos recuerda a Bertolt Brecha- y alrededor hay mucho por hacer: denunciar la instrumentalización del lenguaje de los medios de comunicación, los escamoteos de la libertad, la lucha de clases, los conflictos ecológicos y demográficos, la mercantilización de los sentimientos. El amplio inventario de temas y asuntos está arraigado con firmeza en el tejido comunitario.
Más o menos vital, más o menos consciente, el flujo de poesía social se mantiene vivo a lo largo del tiempo. Ningún hombre puede crear de espaldas a si mismo. Lo ha expresado muy bien Luis garcía Montero: ‘La poesía ambiciona convertirse en reflexión y testimonio de un tiempo histórico’. Ahí radica el necesario optimismo en la supervivencia de la poesía social.

José Luis Morante es poeta y crítico literario. Profesor de literatura en Rivas Vaciamadrid

LEÍDO EN LA LAS PÁGINAS 16-17-18 DEL NÚMERO 7 DE LA REVISTA ‘CAMINAR CONOCIENDO’ DE JULIO DE 1998

Felipe Juaristi: 'DENBORA NOSTALGIA'

DENBORA NOSTALGIA
Por Felipe Juaristi

Denbora nostalgia egiten da
eta zure presentzia isiltasuna;
nostalgia astuna
zure ausentziarekiko
arratsaldearena.

Denbora isiltasuna egiten da
eta distantzia denbora
eta errauts bihurtzen gara
ohargabe pasatzeke pasatzen denbora,
denbora eta distanziazko
isiltasun urrutikoan:
zure ausentziarekiko
arratsaldearena.

Eta orduan ikusten duzu
urtea igaro dela
eta ez zarela zinena
hain gazte eta hurbil zinela.

Felipe Juaristi(*)
Azcoitia (Guipuzcoa)


Publicado este poema en 'Caminar Conociendo', nº 7, pag. 11

La traducción es del autor y podrá leerla, el que quiera, aquí abajo:

El tiempo se hace nostalgia
y tu presencia silencio;
pesada nostalgia
de una tarde
con tu ausencia.
El tiempo se hace silencio
y la distancia tiempo
y nos convertimos en cenizas
de un tiempo que pasa
sin pasar desapercibido,
en un silencio lejano
de tiempo y distancia;
de una tardecon tu ausencia.
Y entonces ves
que ha trascurrido un año
y que no eres quien eras
cuando eras tan joven y cercana.
Felipe Juaristi
Azcoitia ('GUIPUZCOA')
TRADUCCIÓN DEL AUTOR(*)
(*)Biografía en Internet:
Nació en Azkoitia en 1957. Estudió periodismo en Madrid, y ha trabajado como periodista en diversos medios, tanto en euskera como en castellano. Partició en la creación de las revistas Literatur gazeta y Porrot. Es conocido sobre todo como poeta, pero también ha publicado mucha prosa. La primera obra poética de Felipe Juaristi que vio la luz fue Denbora, nostalgia (1984, Baroja). A continuación vinieron Hiriaren melankolia (1986, Baroja), Laino artean zelatari (1993, Alberdania) y Galderen geografia (1997, Alberdania), obra con la que ganó el Premio Euskadi en 1998. Podemos encontrar ese último libro también en castellano, en la editorial Bassarai: Geografía de las preguntas, publicado en 1999. Uno de los Cuadernos de Poesía de Susa contiene obras suyas. El mismo año en que se le concedió el Premio Euskadi publicó su primera novela, Intzensua lurrean bezala (1988, Baroja). La segunda, Arinago duk haizea, Absalon, la publicó en euskera la editorial Erein y en castellano Ediciones VOSA, y la última es Airezko emakumeak, publicada en 2003 en la misma editorial. Antes de este premiado Animalien ihauteria, y también después, Felipe Juaristi ha escrito mucha literatura infantil y juvenil: Tristuraren teoria (1993, Erein), Ilargi-lapurra (1994, Erein), Eguzkiren etxea (1998, Alberdania), Laura eta itxasoa (1998, Aizkorri), Hiria eta haurrak (2001, Erein), Izar euria (2001, Elkar), Printzesen eskola (2001, Ibaizabal) y Itzarri nahi ez zuen printzesa (2002, Alberdania, escrita con ayuda de la beca Joseba Jaka). Actualmente es columnista del periódico El Diario Vasco, y en ese mismo periódico escribe comentarios de libros recién publicados.

EN 'CAMINAR CONOCIENDO', Nº 7 DE JULIO DE 1998, EN LA PAG. 11

Gloria García: 'El mal sueño'

El Mal Sueño

de Gloria García

Si hay un Dios infinito en donde empieza el alma,
si hay un Dios en la tarde junto al anochecer,
si un Dios está esperando junto al filo del alba,
¿por qué no me despierta de mi sueño, por qué?


Si por soñar yo sueño pesadillas errantes
que vagan delirando entre la sinrazón,
¿por qué no me despierta un Dios en el instante
donde todo parece que se queda sin Dios?


Si mi mente dormida crepita entre mil fuegos
sin un agua que apague el fatuo crepitar
que me hunde en las cenizas para enterrarme luego,
¿por qué no me despierta, no me despierta ya?


Si al dormirme creía desvanecer la vida
para soñar la dicha tan distante de mi,
y sueño solamente sueños de mis desdichas
¿por qué Dios no ha querido despertarme feliz?


Tal vez Dios no pretenda que relegue al olvido
todos los sentimientos que hay dentro de mi ser;
y por eso, Él insiste que yo sueñe conmigo
y Dios no me despierta y no entiendo por qué.


Gloria García
(Para la Biblioteca de Las Navas en la persona de su secretario don José Mª Amigo, con todo afecto)

TOMADO DE LA PÁGINA 10 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' DE JULIO DE 1998, TENIENDO A LA IZQUIERDA DE LA PÁGINA UNA ILUSTRACIÓN DE ÚRSULA MARTÍN

miércoles, 11 de abril de 2007

José González Torices: 'De la sombra'



De la Sombra
de José González Torices





De la sombra que nieva la blancura
de la muerte sedienta de palomas,
sacaste con tu voz de mar herida
la noche del silencio de la sangre.




Te olvidaste del aire de los ojos,
de la luz que zurcían los arcángeles
en la caverna del abismo impuro.
¡Oh pastor de los astros sin estrella,
camino sin pisada entre los dedos!


La carne se hizo noche de gaviotas,
y la noche caballo desbocado
galopando puñales por tu vientre.
Ciega estaba la luz a pleno día
buscando por los huecos de als uñas
el tragasol de todas las palabras.
Jugabas con la sombra de los álamos
a medir la mirada del molino:
y son sombra escribiste nuestros nombres
desde los pies al beso de las frentes.
¿Por qué tanta ceguera en nuestras alas
si nacimos del salmo de la música?


José González Torices
(del libro inédito 'Plenitud de la ceguera')


LEIDO EN LA PÁGINA 12 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

José González Torices: 'Novegaba la noche'

Navegaba la noche


de José González Torices




Navegaba la noche en sus caballos
drinos. Barro en el vientre de las cosas.
El músico alfarero de las nadas
afilaba los días con los truenos.
En sus manos la arcilla de las aves
olía a libertad, espada y nube.

Y jugaba el eterno campesino
a la duda del viento y de la tierra,
a gravar sus palabras en los montes,
a poner la zancada en cada rayo,
a medir con su dedo nuestra sombra.

Y se olvidó su crono de las luces
que despiertan al sueño de las drusas;
y dejó sin arco iris a la tarde:
la más virgen de los ojos.
La niebla de los dioses anidaba
en la nieve que arrulla cada cuerpo.



José González Torices
(del libro inédito 'Plenitud de la ceguera')

POEMA QUE ESTÁ EN LA PÁGINA 12 DEL NÚMERO 7 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' DE JULIO DE 1998

Juan González Soto: 'Entre dos soledades'

Entre dos soledades
de Juan González Soto



Entre dos soledades,
la de la vida,
la de la muerte.


La luz nace dentro,
titila en su inquietud,
se mece en el vaivén de nuestros pasos.
El camino,
¿hacia qué huida se alarga?
¿desde dónde se acerca a mí su recorrido,
su hilván?


Vivir ilumina mi camino,
me adentra en la sombra que em crece dentro,
me lleva a esa otra soledad con que nací.


El camino, su luz, yo lo poseo,
en mi dominio está.
Lo que yo busco,
lo llevo dentro.
El camino, su fin, no me sorprende,
también lo tengo.
Nací con él,
me crece dentro.

Entre dos soledades,

la de la vida,

la de la muerte.
Y yo,
en medio.



Juan González Soto



LEIDO EN LA PÁGINA 13 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

Juan Kruz Igerabide: 'Arthur Erregeren Semea (El Hijo del Rey Arturo)'

Arthur Erregeren Semea
-El Hijo del Rey Arturo-

Por Juan Kruz Igerabide - Juan Cruz Iguerabide


Arthur erregeren seme hura
seme egin zaigu orain gurean.
Adats bihurri horietatik kiribilka
intzentzuaren ke espiraldua dario.

(En casa vive el hijo del rey Arturo
convertido en hijo nuestro.
Una corona de incienso se eleva revoltosa
de sus cabellos ondulados)

Aita eta ama deitzen digu, lehoiaren ahoa eta oreinaren babesa daukan bihotz haundi horrekin. Baina ez du gure irudietan Arthuren distira indartsurik edo Ginebraren zeruzko errainurik somatzen.

(Nos llama papa y mamá desde su enorme corazón, que tiene fauces de león y es tan dócil como una gacela. Sin embargo, no halla en nuestros cuerpos el menor atisbo de aquel fulgor de Arturo o de la sombra de Ginebra)

Zaldi zuriaren mailua bakar bakarrik menderatu beharra dauka. eta zaldi zuri hori biziegia, basatiegia dela esaten diogu eztiki belarri ttiki horietara, eta, azkenean, oihuka ere ekiten diogu. Min hartzen du. Eta, lehoi zaurituaren antzera, zaldi zuriari ekiten dio desesperazioz. Baina ezin du menderatu oraindik, eta negarrez itzultzen zaigu. Horrela ezin dela, horrela gaisotu egingo gaituela, errieta ematen diogu. Urak baretzean, besoetan hartu eta agintzen diogu zaldi zuri hori berarenzat gordeko dugula, ez duela inork eramango. Eta besarkada luzean irauten dugu.

(Se siente completamente solo frente a un caballo blanco cuyo martillo andante de cuatro tiempos quiere domar. Le decimos al oído que ese blanco caballo es demasiado bravo para él, pero él nos contesta a gritos.
Como un león herido, trata de dominar el caballo, pero no puede aún, y vuelve a nosotros con lágrimas en los ojos. Le reñimos, que así no puede ser, que acabaremos todos enfermos.
Mas calmados, nos abrazamos los tres, y le prometemos guardar el caballo blanco apra cuando sea mayor. No dejaremos que nadie se lo lleve.)

Arthur erregeren seme oldarsuak
ez du gaztelurik, ezta ere zaldi zuiririk.
Ez da jabetzen ametsetan ari denik,
bihotza erdibitzen digunik
-bi bihotzerdi gugan-,
nola ez den Arthur erregeren seme,
gure gurea baizik, buru gogor kuttun hori.

(El valiente vástago del rey Arturo
no tiene castillos ni blancos caballos.
No sabe que se debate en sueños
y que nos parte el corazón
porque no es hijo de Arturo y Ginebra
sino nuestro, oh niño obstinado del alma.)

Badakigu denborak eta eskolak bere onera ekarriko duela, amets absurdo hori burutik kenduko diotela. Baina, hondo hondoan, bihotzaren azpian, klik, pena ematen digu, eta ez dugu esaten, baina azkenik az(a)ldi zuria zelatzen lagundu egingo diogun sinesmena, koxk, daukagu Ginebrak eta biok.

(Sé que el tiempo y la escuela curarán sus absurdos sueños, pero en el fondo de nuestro corazón algo hace clic, y nos da pena. Aunque no se lo decimos, teenmos la esperanza de que algún día podremos regalarle un caballo blanco, cloc, y nos convertiremos en sus padres Arturo y Ginebra.)


Juan Kruz Igerabide - Juan Cruz Iguerabide


LEIDO EN LA PÁGINA 14 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998


martes, 10 de abril de 2007

Tomás Camacho Molina: 'Buscando el Camino'

Buscando el Camino
por Tomás Camacho Molina





Empezamos sin luz
pero no ciegos, el camino.


Dicen que fue grito lo que no recordamos.
Así pasó que empezamos a vivir.
Poco a poco fueron despertando los sentidos.
Primero pasos torpes,
conocer los filos del dolor.
Creer o no creer en otra luz,
en lo que no vimos.
Saber del dolor de las heridas,
manos y pies y costado.


Sin del mar haber gozado
dejar el mundo, y no dejarlo airado.
Soñar pecado vencido,
filo de luz
a quien el espejo ha redimido.


Ver, lo que se dice ver, vimos.
Árboles y sombras en el camino,
paisajes y gentes,
sueños y deseos que notamos.


Quise algo, y fue mucho,
ahora por la inhumana muerte estamos vencidos.
Fuimos peregrinos.
Caminamos, anduvimos
y ahora,
acabamos.

Tomás Camacho Molina

EN LA PÁGINA 19 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' (A LA IZQUIERDA DE LA MISMA UNA ILUSTRACIÓN DE M. CALVO) NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

lunes, 9 de abril de 2007

Luis Felipe Comendador: 'Cómo te quiero, reina' y 'Casablanca'




Casablanca




Luis Felipe Comendador


Cómo me gustaría

decirte que te quiero,

besarte en la mejilla

mientras te hablo de amor,

rodearte con mis brazos

con el gesto preciso

que se hacen los amantes

en sus día felices

y regalarte todas las cosas imposibles

por verte sonreir.



Pero tú -¡ay!- sólo miras

a los ojos de Bogart

y le pones caritas

de entregada pasión.

No puedo soportarlo,

voy a apagar el video

y que te zurzan, Ingrid.


Yo me arreglo tranquilo

con mi mano derecha,

ella no me traiciona.

Me quiere hasta la muerte.

Yo creo que me ama.



No necesito más.




Luis Felipe Comendador


(del libro, inédito, 'Cualquier minuto')




De la página 20 de la revista 'Caminar Conociendo', número 7 de julio de 1998




Luis Felipe Comendador: 'Cómo te quiero, reina' y 'Casablanca'




Cómo te quiero, reina
Luis Felipe Comendador


Te quiero tanto,



tanto,



que sería perfecto



que murieras ahora.

Luis Felipe Comendador

TOMADO DE LA PÁGINA 20 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998



DAVID GONZÁLEZ: 'Camino de los Tigres'




Camino de los Tigres
Por David González



Las ratas.

Las de la cárcel.

A las que prendíamos
fuego
en el centro del patio.

Se arrastraban por el suelo
con su cuerpo envuelto
en llamas,
camino de los tigres.

El Papuchi decía:
Eso es porque
las muy putas
saben
que en los servicios
hay agua.

No lo creo.

Se arrastraban en esa dirección
porque allí tenían su casa
porque querían morir
rodeadas de los suyos.

Como si fueran
seres
humanos.

No importa.
Que yo recuerde,
ninguna
consiguió
llegar.

Ninguna.

nunca.

Llegar.

David González

ILUSTRADA POR M. P. MENENDEZ, ESTA POESÍA SE PUEDE LEER EN LA PÁGINA 21 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

José Luis Martín Cea: 'Caminar Conociendo'

Caminar Conociendo
José Luis Martín Cea


'Caminar Conociendo'... Una semblanza
del alma para siempre descubierta,
una viva canción recién despierta
donde anidan la paz y la confianza.


'Caminar Conociendo', esa esperanza
que todavía está a la vida abierta
de par en par, como invisible puerta
que abre surcos de luz en lontananza.


'Caminar Conociendo', singladura
que se ha abrazado a la literatura,
la que va reclamando sentimientos.


Las Navas del Marqués, canto serrano,
serenidad de tardes de verano...
Que no haya en tu revista desalientos...


José Luis Martín Cea


TOMADO DE LA PÁGINA 25 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

Karmelo Iribarren: 'LO PEOR, LO MÁS TRISTE'

LO PEOR, LO MÁS TRISTE



Por Karmelo Iribarren


No sé si soy

feliz, si

'verdaderamente'

lo he sido

alguna vez;

aunque creo que no.

Y a ti te ocurre

otro tanto,

me consta.

Pero no es esto lo peor.

Lo peor del caso,

lo más triste,

es que ya

ni siquiera

nos importa.


Karmelo Iribarren



DE LA PÁGINA 24 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

Karmelo Iribarren: 'Tenía que ser así'

Tenía que ser así


por Karmelo Iribarren



Lo has pensado muchas
veces, es verdad. Que
todo esto (vuestra vida
en común, el que estéis
así juntos), obedece
a un simple guiño del azar.
Que de no haber perdido
aquella noche el autobús,
nada tendrías que ver hoy
con esta historia. Lo has
pensado a menudo, es cierto.
Y, sin embargo, cuantas
más vueltas le das, menos
te lo imaginas de otra forma.

Karmelo Iribarren

TOMADO DE LA PÁGINA 24 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

MANUEL MARTÍN DE MENA: 'Caminar Conociendo'



Caminar Conociendo





por Manuel Martín de Mena





El 'Caminar Conociendo'
paso a paso meditando,
paso a paso sonriendo
y pasao a paso cantando.
Dejando libre el camino
para que puedas andarlo,
con ilusión y cariño,
con respeto y con agrado.
El camino es nuestra vida:
lo más sublime y sagrado;
reparte amor día a día
al que encuentres a tu lado.
Donde hay paz hay amor;
donde hay amor alegría;
cosas, como ves, sencillas
que alegran el corazón
para hacer feliz la vida.
Todos caminemos juntos,
claras y limpias las manos,
sembrando ya los caminos
de claveles y de nardos.
Y sentiremos el viento
en aroma emocionado
que al espíritu da fuerza
para seguir caminando.
Caminar por el sendero
cantando una canción
a la tierra que yo quiero
con todo mi corazón.
Por los valles y cañadas
caminar todos los rumbos...
sembrando paz en españa
y... también en todo el mundo.

Manuel Martín de Mena
El Perdigón (Zamora) 27/3/98

DE LA PÁGINA 25 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

Santiago Montobbio: 'Póstumo'


Póstumo


por Santiago Montobbio


De todos mis amigos

yo tuve la muerte más extraña:


Con el alma dislocada

fui silencio por la página.


Santiago Montobbio de Balanzó


LEÍDO EN LA PÁGINA 26 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998


Santiago Montobbio: 'Recuento'



Recuento





por Santiago Montobbio





Me es difícil, me es muy difícil saber cuántas veces he muerto


cuántas veces conmigo ha muerto el mundo, cuántos, cuantísimos


ejércitos de adioses triturados o qué pobladísima selva


de relojes, adioses y cuchillos


se apretaban incendiados cada vez que te esperaba


haciendo que zarparan dulces palomas por mis ojos


y cada vez que subastaba el azúcar de los tiempos


a quien me diera una esperanza


y más incluso o todavía cuando en la noche ya ronquísima


de mi ruinoso nadie sólo yo era testigo mientras


lluvia eran las horas al pasarlas comprobando hasta qué punto


imposible es el recuento de lo que llega


a amar un corazón mordido.





Santiago Montobbio de Balanzó





EN LA PÁGINA 26 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

Santiago Montobbio: 'Principio y fin de novela'



PRINCIPIO Y FIN DE NOVELA

Por Santiago Montobbio


No mata la noche ni el amor tampoco.

Nosotros nos matamos, quizá poco a poco.

(Sobre esta pared nubes son las grasas

si a las derrotas de la vida las comparas)


Santiago Montobbio de Balanzó



EN LA PÁGINA 26 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

miércoles, 4 de abril de 2007

HIPÓLITO ESCOLAR SOBRINO(*): 'Benito Arias Montano'



BENITO ARIAS MONTANO

por Hipólito Escolar Sobrino

En el siglo XVI se produce en Extremadura una explosión demográfica. Hombres llenos de vitalidad marchan a las Indias a explorar y conquistar las nuevas tierras descubiertas al otro lado del Océano para honra del monarca y extensión de la fe de Jesucristo entre los idólatras, y vuelven victoriosos y ricos a sus tierras nativas, donde levantan castillos y palacios para pasar una vejez descansada y, también, para que sus herederos disfruten de las rentas de sus esfuerzos y fatigas.

En este mismo siglo hay un notable extremeño, que vivió para mayor gloria de su rey y de su religión, cuyas empresas fueron incruentas, aunque a él le produjeron desgarrones en el alma, Benito Arias Montano, natural de Fregenal de al Sierra y descendiente de una familia hidalga, que asesoró a su soberano, Felipe II, en cuestiones de gobernación y le recomendó la clemencia sobre la crueldad, a la vista del comportamiento del Duque de Alba, tachado de gobernador de hierro, en el Flandes del que fue testigo.

A pesar de ser valioso consejero político, su fama le vino, principalmente, como hombre de estudio, autor de poemas, que le valieron el título universitario de poeta laureatus, comentarios y tratados, y de gran erudición motivo por el que el rey le encargó dos importantes empresas, la ordenación de los libros de la naciente biblioteca del Monasterio de El Escorial y la supervisión de la edición de la Políglota que imprimió en 8 volúmenes el culto e inteligente Cristóbal Plantino, que organizó en Amberes el mejor taller tipográfico del siglo XVI.


Arias Montano, tras iniciarse en los latines en su pueblo, había estudiado primero en Sevilla y luego en Alcalá, a donde acudió acuciado por su deseo de conocer hebreo y donde se dejó influir por las ideas erasmistas, que procuró inculcar entre sus discípulos durante su vida. Viajó por Italia y visitó Salamanca, aunque pasaba la mayor parte de su tiempo en su placentera finca, Peña de Aracena, porque en la tranquilidad del campo podía entregarse a la lectura y escritura, sus dos pasiones.


De ella le sacó el obispo de Segovia Martín Pérez de Ayala para formar parte de la delegación española en el Concilio de Trento, de donde regresó con prestigio y fue nombrado capellán del rey.

Pudo apoyarse en el prestigio ganado para hacer una brillante carrera religiosa y pudo medrar en la corte por la estima que por él sentía el monarca. Pero no tenía vocación de cortesano no obstante la noble apariencia que le daba la mirada clara, la barba recortada y la vida interior que emanaba de su semblante, que sedujo a notables pintores, que le retrataron como Rubens y Francisco Pacheco.

Vivió feliz siete años en Amberes entregado en cuerpo y alma a la preparación de la Políglota, llamada Real porque la financió Felipe II, respetado por las autoridades políticas y por los estudiosos que con él trabajaron, con los que se sintió espiritualmente unido por pertenecer a la Familia de Amor, una secta alejada de la lucha entre protestantes y católicos, cuyos ideales se centraban en la vida serena, el estudio constante y la profunda devoción.

Terminada la impresión, tuvo que soportar ataques de gentes envidiosas, los unos, porque a ellos nos les convocaron para la empresa, y de los que, por intransigentes, consideraron que su asesoramiento fue un peligro para la religión. No combatió palmariamente a los herejes y se dejó influir por la erudición rabínica.

En Roma la edición no fue recibida con entusiasmo y el Papa Pío V se negó a autorizar su circulación, por no respetar escrupulosamente la Vulgata, que Montano consiguió de su sucesor Gregorio XIII. El obispo de Ruremonde, Guillermo Lindano, que llegó a pensar que sería invitado a colaborar con la edición, la atacó violentamente, y el catedrático de Salamanca, León de Castro, que veía heterodoxos por todas partes y había conseguido la condena de Fray Luis de León, amigo de Montano, le denunció con encono a la Inquisición, denuncia de la que salió bien librado por el informe favorable que redactó el P. Mariana.

A pesar de haber logrado el hábito de Santiago, que exigía limpieza de sangre, fue tachado de judaizante y descendiente de de conversos sin más razón que sus conocimientos del hebreo y del Antiguo Testamento. Se constata que había devuelto unos jamones que le envió el secretario del rey, Gabriel de Zayas, cuando la causa del rechazo fue la condición de vegetariano.

Consiguió salir, al final de si vida, de El Escorial y refugiarse en su finca extremeña, entregado al estudio, que hizo compatible con la vida pastoral a favor de los campesinos a cuyas enfermedades procuraba atender porque algo sabía de medicina. No obstante, de vez en cuando se escapaba a Sevilla para hablar con sus buenos amigos, a los que puso en contacto con los que dejó en Flandes. En esta ciudad murió en 1598.

No acumuló una gran fortuna como los que marcharon a América, pero sí logró un desahogado pasar. Dejó fundada una escuela en Aracena, la finca y sus libros se los legó al rey, los cuadros y objetos artísticos y científicos, a su discípulo Pedro de Villegas, y una pensión anual a la viuda de su amigo, Simón de Tovar, en cuya casa se hospedaba cuando iba a Sevilla y que le atendió en sus últimos momentos. No tuvo descendientes, pero dejó fieles discípulos, que se preocuparon de reunir y publicar sus escritos inéditos. Pero le persiguió la Inquisición y la intolerancia y sus obras, muerto su gran valedor Felipe II, fueron incluidas en el Índice.



(*) Hipólito Escolar Sobrino, gran biblioteconomista español, fue director de la Biblioteca Nacional



DE LAS PÁGINAS I y II DE ‘FONTANA SONORA’, SUPLEMENTO DE LA REVISTA ‘CAMINAR CONOCIENDO’, NÚMERO 7 DE JULIO DE 1998

ARIAS MONTANO, UN 'ERASMO' ESPAÑOL EN LAS NAVAS




ARIAS MONTANO,
UN 'ERASMO' ESPAÑOL
EN LAS NAVAS


En medio del entusiasmo febril que se desarrolla en la construcción de El Escorial, Benito Arias Montano presencia a pie de obra aquella actividad contagiosa, aquella rapidez, coordinación e ilusión con que se alzaba día a día, y como por milagro, la fábrica gigantesca que hoy es el monasterio. En 1567 Benito Arias Montano está instalado provisionalmente en Las Navas del Marqués, dentro de alguna ermita o capilla donde prosigue sus trabajos exegéticos, concretamente 'El Comentario al profeta Oseas', su primer comentario firmado en Las Navas, a los 37 años de edad, trabajando 'labore et constantia', una tarea sólida, metódica y paciente, pero salpicando de vez en cuando la aridez del trabajo con la cita oportuna de un autor pagano e inserta con sabia elegancia un verso de algún poeta de la antigüedad. Es en este primer comentario donde hallamos la primera alusión a Las Navas en unos versos de notable ambiente bucólico.

Las Navas aparece, de nuevo, relacionada indirectamente con Arias Montano a través de una de las críticas realizadas por Luis de Estrada, teólogo encargado del examen de la obra del humanista, donde se manifiestan sus suspicacias y sus censuras inquisitoriales a través de la comparación donosa de la versión de la Biblia Regia de arias Montano con la venta del marqués de Las Navas, que siendo propietario de una venta, construyó otra nueva junto a aquella, provocando murmuraciones que '¿Para qué tanto aparato, para qué Montano? El tiempo lo cura todo / o al fin lo pone de lodo'. Y asegura que 'la Biblia como esté dure hasta el fin del mundo'.


Una de las acusaciones fundamentales dirigidas a Arias montano era su condición de 'judaizante' por tratar directamente los originales hebreos y arameos de la Biblia. Durante el s. XVI, España se encontraba inmersa en un ambiente oscurantista, un tenso clima teológico, con una Inquisición dispuesta a frenar ya sea cualquier impulwso renovador, o bien cualquier resto de judaismo, que tanto arraigo tuviera en la Península. Así cabe recordar el proceso contra 'hebraizantes' que llevó al encarcelamiento a Fray Luis de León, el mismo proceso que hubo que sufrir Arias Montano.



Firmado: Redacción de 'Caminar Conociendo'





POEMA SEGÚN PROMESA(*)




Por Benito Arias Montano


(ACTUALIZACIÓN DE LA ORTOGRAFÍA LATINA Y TRADUCCIÓN LIBRE DE AGUSTÍN GARCÍA CALVO)


(PROPORCIONÓ TODA LA INFORMACIÓN D. MODESTO RUIZ DE CASTROVIEJO Y SERRANO, CATEDRÁTICO EMÉRITO DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA DE 'SAN DÁMASO')


1.- Qui, sacris uatus ueterum receptus

nuper arcanis, cupidi piorum

fidus interpres populo reponens

uera caneban,


(1.- Yo que, acogido poco ha a los sagrados arcanos de los viejos profetas, le cantaba, intérprete fiel, al pueblo de los justos, que así lo deseaba, restituyendo las palabras verdaderas,)


2.- quid moto gratus celebrem poeta?

quidi prius laudum refram conoris

uersibus, uel quae resonent Nauarum

carmina rupes?



(2.- ¿qué voy, poeta agradecido, a celebrar ahora?, ¿cuál de las loas voy antes que nada a elevar ahora en sonoros versos, o qué poesías han de hacer resonar las rocas de las Navas?)


3.- Te, Deum nostri et generis parentem,

unde rerum sunt elementa et ipse

orbis et quicquid super est decori

moenia mundi,



(3.- A ti, Dios y padre de nuestra estirpe, de donde son los elementos de las cosas y el orbe mismo y cuanto hay de hermoso por sobre las murallas del mundo,)



4.- quen neque aeterni metuendaa fati


impulit primas posuisse formas

nec satas longum retinere in aeuum

ulla iubet uis,



(4.- a quien ni una fuerza temible de destino eterno le impulsó a establecer las primeras normas ni, una vez creadas, le manda fuerza alguna mantenerlas para largo tiempo,)



5.- libera ast solum sapientes ultro


consili mens haec uoluit benigne

esse, distinctis numerisque dixit

“Omnia sunto”.



(5.- sino que sólo el libre pensamiento sin más de su sabia decisión quiso benignamente que estas cosas fueran, y por números distintamente marcados dijo: “Sean todas las cosas”.)



Benito Arias Montano, Las Navas del Marqués, agosto de 1567




(*) Aunque este poema aparece completo en el número 8 de 'Caminar Conociendo' lo copiamos porque así viene en este número 7.



Todo este texto puede leerse entre las páginas II y III de 'Fontana Sonora', suplemento de la revista 'Caminar Conociendo', número 7 de julio de 1998